Despedida: broche de oro después de 70 conciertos
El buen año de Baglietto-Vitale
El dúo cerrará su exitosa temporada presentando el álbum "No olvides...", el viernes y el sábado próximos, en el Opera


Esta nota podría tener varios comienzos: dos recitales, este fin de semana (el viernes 1º y el sábado 2 de diciembre), en el teatro Opera; la aparición de un álbum en vivo, "No olvides..."; la obtención de un Grammy latino por "Postales del alma" en el rubro tango; el hecho de haber superado los 200.000 espectadores en lo que va del año o de un próximo álbum en preparación con canciones inéditas. Pero el panorama se aclara mucho más cuando se nombra el dúo que conforman Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale, dos nombres que, más allá de su estatura artística individual, se multiplican cuando suben juntos a escena.

El dúo Baglietto-Vitale es un símbolo de que la calidad, el trabajo y el talento tienen su premio. Juntos, ambos artistas -aunque siempre estén sobre el escenario- tienen la capacidad de involucrar al público cuando interpretan viejos clásicos del tango y el folklore, o canciones más recientes que ya forman parte de la cultura popular de nuestro tiempo.

Baglietto-Vitale no es producto de una ardua campaña de promoción ni de los caprichos de la moda. Cada uno de los músicos edificó su carrera desde distintos lugares hasta confluir en este territorio donde gobiernan la sensibilidad y el talento.

El cantante rosarino, desde que llegó a Buenos Aires (a comienzos de los años ochenta) con una maleta cargada de canciones de nuevos compositores coterráneos, supo instalar nuevos clásicos de la canción popular por medio de sus mejores armas: la voz y la sensibilidad interpretativa. En tiempos en los que cada uno canta lo que escribe, Baglietto supo hacer propias las historias de otros, como Fito Páez, Adrián Abonizio o Jorge Fandermole, por nombrar unos pocos.

Vitale, en cambio llegó desde otro lugar: desde los lejanos comienzos en MIA, un movimiento experimental desde el rock, pasó por diversas formaciones y estilos, como el popular trío que formó con Bernardo Baraj y Lucho González, o sus cuartetos y quintetos, además de tener una nutrida carrera solista y de haber acompañado a músicos de todas las extracciones populares, del rock al folklore, además de defender un espacio único en la televisión local con "Ese amigo del alma", por donde ya pasaron cientos de colegas.

La llegada del dúo, este fin de semana, al teatro Opera, es el cierre de un año de intensa actividad. De hecho, son de los músicos que mayor actividad tuvieron en un año no muy bondadoso para los argentinos en general, y ya cuentan más de 200.000 espectadores, una cifra nada despreciable para quienes proponen un show intimista que, a su vez, reflexiona sobre nuestra música popular.

Por otra parte, editar un álbum en vivo ("No olvides..."), que reúne los temas que el dúo hizo en sus espectáculos, es una buena manera de documentar ese momento tan especial. Vitale explica: "Este disco es el resumen de ocho shows. Este año dimos unos setenta conciertos. Hay cuatro temas nuevos, y el resto de los temas son los que venimos haciendo en los recitales, pero que quedaron fuera de "Postales..." por una cuestión de concepto".

Los temas nuevos de los que habla Vitale son "Dios y el diablo en el taller", "Los mareados", "Pasional" y "DLG", registrados en directo en los conciertos que ofrecieron, entre septiembre y octubre últimos, en Rosario, Venado Tuerto, Trelew, Bahía Blanca, Pergamino y Resistencia. Un pequeño número de ciudades que representan el espíritu de esta dupla viajera.

"Nosotros sabemos que nuestra media de público es para hacer teatros -cuenta Baglietto-. Pero creemos que, además de la propuesta artística, tenemos un sistema de trabajo que se condice con esta realidad del país. Somos sólo ocho personas en gira, es decir que se puede sostener sin muchas dificultades esta idea de girar constantemente."

Hay algo que Baglietto no dice y tiene que ver con el ida y vuelta que se genera con el público. No se trata de una relación de histerias o exageraciones (de esas que se plantean tan a menudo como una lógica del éxito). Hay, más bien, cierta complicidad, gestos que se comparten a través de las melodías, como en "Mienten", cuando canta "nací para trabajar y no hay trabajo".

Sigue Baglietto: "Lo bueno de este planteo es que a pesar de que seamos sólo dos personas sobre el escenario, sólo ocho personas en gira o de que las entradas sean realmente populares, lo artístico no está abaratado".

Sensaciones compartidas

Lo cierto es que la gente que va a sus shows sabe qué cosas va a compartir; temas que son parte de la historia de la música popular y composiciones más contemporáneas, de fuerte contenido. Por eso, según Vitale, "hay una complicidad constante con la gente. Es muy fuerte lo que sucede en nuestros conciertos en cuanto al contenido de lo que interpretamos".

"También existe una cosa, que es la coincidencia temporal, espacial o como se llame -agrega Baglietto-, que tiene que ver no sé con qué, pero en este caso lo que proponemos coincide con lo que la gente quiere escuchar. Y no siempre es así; a veces uno plantea cosas semejantes y no se dan, aunque estén hechas con la misma intensidad."

La definición remite, seguramente, a la primera experiencia que tuvieron juntos, en el álbum "Postales de este lado del mundo", de 1991, que entonces no tuvo la respuesta popular que alcanzaron en esta nueva etapa, que los lleva casi todos los fines de semana hasta alguna sala del interior: "Se produce un fenómeno que no es sólo inherente a la música y que sucede con muchas otras expresiones. Nuestra propuesta tiene mucho que ver con Buenos Aires; de hecho, el 50 por ciento del repertorio son tangos. Sin embargo, tocamos mucho en el interior y la gente no queda excluida", dice Baglietto.

Por tales circunstancias, hace casi un año que no se presentan en la Capital (una serie de conciertos en La Trastienda): "Nuestro ámbito natural es el teatro. Es donde más a gusto nos sentimos y donde mejor se siente la gente, así que las expectativas de volver al Opera son muy importantes para los dos. Allí nos pasaron cosas muy importantes, aunque por caminos diferentes. Las expectativas son todas, por supuesto, sobre todo porque esta parte del año viene complicada, se amontonaron todos los shows".

Lo que se viene

No pueden parar de trabajar. Así que, pocos días después de haber editado el álbum en vivo y horas antes de cerrar un intenso año en el Opera, ya hablan de lo que se viene: "El disco nuevo cierra una etapa, porque el próximo, que ya tenemos planeado, va a ser con temas originales, compuestos por nosotros o por compositores a los cuales admiramos, pero queremos estrenar temas, que es lo que los dos hicimos en nuestra carrera", anticipa Vitale.

"Además -agrega Baglietto-, queremos hacer canciones que no estén obligatoriamente ligadas al tango o al folklore, que seguramente habrá, porque están directamente ligados a nosotros."

Pero, al parecer, ya tienen pensado más de lo que dicen: "Seguramente va a aparecer algún Abonizio, algún Fandermole, porque si bien yo nunca toqué ese repertorio, los siento muy cercanos por admiración".

"Vamos a romper con nuestra historia como dúo -agrega Baglietto-, porque cuando van a ver un concierto nuestro, la gente sabe qué cosas va a encontrar, así que en el próximo disco nos vamos a jugar con temas nuevos.

"Cuando estrenás "Los mareados" o "Pasional", ya tenés el cincuenta por ciento del camino hecho, porque sabés que cada tema es mortal. Está bueno plantearnos este desafío."

Por lo visto, el proyecto para los próximos meses está planteado y sólo faltan algunos días para subir al renovado escenario del Opera a recorrer esas canciones que forman parte de nuestro patrimonio cultural.

 

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